Así comenzó la carrera de Justin Bieber

El chico canadiense que en unos pocos meses se convirtió en la nueva estrella teenager del planeta firmó su primer contrato en octubre de 2008. Con su primer sueldo hizo lo que cualquier chico de su edad (16) haría: agarró a su mamá del brazo y se fue a Orlando a conocer Disneyworld. Su primer disco superó prácticamente de inmediato la barrera del millón de copias vendidas, y su reedición no tardó en alcanzar esas mismas cifras. Pero para que todo esto pudiera ser realidad, tuvieron que suceder otras cosas…

La historia de Justin es la de muchos pequeños talentos. Fue hijo de una joven madre soltera, Pattie Mallette, quien lo tuvo a sus 18 años. Justin fue criado en una casa de clase media y muy religiosa en Ontario, así que Justin comenzó a cantar en la iglesia, tocando los instrumentos que estaban disponibles para las bandas del templo.

Aprendió a tocar la batería a los dos años y a los 12 participó en un festival escolar en el que salió segundo, con un tema del rapero de Ne-Yo, llamado So sick. Su orgullosa madre subió el video de esa actuación a YouTube, y a partir de ese momento ya nada fue lo mismo. Un ejecutivo de un sello discográfico se topó accidentalmente con el video y se dio cuenta de que ese niño podía alcanzar el éxito.

Después de varias llamadas y reuniones, en las cuales este ejecutivo tuvo que luchar para convencer a la temerosa madre de que Justin no corría peligro alguno, con solamente 13 años de edad el futuro artista firmó contrato con Island Records. Un año después publicó su primer disco -My world- y logró meter siete canciones en los rankings norteamericanos.

Luego Justin apareció en los shows televisivos más importantes de EEUU, cantó en la Casa Blanca en una gala navideña para el Presidente Obama, fue invitado para cantar en la nueva versión del tema We are the world, para ayudar a las víctimas del terremoto de Haití y fue convocado como presentador en la última entrega de los premios Grammy.

¿Demasiado en muy poco tiempo? Puede ser. Las noticias más recientes hablan de los desbordes de sus fanáticas en sus presentaciones y de su arribo a las listas de los más bellos en la revista People.

De todos modos, las preocupaciones de Justin ahora son otras: su voz ya empieza a cambiar y eso lo pone ante el desafío de encarar una nueva etapa de su breve pero exitosísima vida artística.